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Siemprecubano

A buen entendedor con estas palabras basta.

A buen entendedor con estas palabras basta.

A quienes se sienten “defraudados” nada de lo que se hace en Cuba les conviene, y mucho menos cuando se trata de consultar al pueblo para que este emita sus criterios, valoraciones y argumentos.

Hurgan hasta en el más mínimo detalle, pero olvidan que nunca fueron capaces de sudar la camiseta por contribuir a perfeccionar una obra, que emprendida mucho antes de 1959, ha tenido siempre  muy presente a la mayoría, con beneficios incuestionables que son hoy garantía absoluta.

Nadie niega que Cuba es un país subdesarrollado, afectado desde hace medio siglo por un férreo e injusto bloqueo imperialista, azotado por fenómenos meteorológicos casi todos los años y donde también la crisis  económica mundial hace de las suyas.

También se han cometido errores y las tendencias negativas han hecho mucho daño al Estado, y por demás la economía cubana en franco período de recuperación necesita de una dosis de constancia y de entrega al  trabajo con ese sentido de pertenencia que justifique la propiedad social sobre los medios de producción.

Sin embargo, entre las buenas, las regulares y las malas, la Revolución está en pie y se apresta a celebrar muchos medios siglos más, porque junto a ella está el noble y aguerrido pueblo que es una mayoría, resuelta y desprovista de improvisaciones y críticas mal habidas.

Actualmente son millones los que se aprestan a lo largo y ancho del archipiélago a debatir el Proyecto de Lineamientos Económicos y Sociales, previo al Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, convencidos que se proseguirá por un mejor camino sin renunciar en lo más mínimo al Socialismo.

Pero los autodenominados “periodistas independientes” no hacen más que cacarear, enarbolar consignas capitalistas y poner en tela de juicio a los principales dirigentes de la Revolución, a esos que sudaron y sudan todos los días la camiseta por garantizar la igualdad, el beneficio y la prosperidad.

Leí un artículo, si es que se le puede llamar así a un escrito mediocre, publicado por la prensa de los “defraudados”, donde quien da su “opinión” refleja de antemano que nunca pudo comprender la Filosofía Marxista, calificándose así mismo de antemano como un mal economista.

“Por más que lo intento, estudiante modorro de marxismo que fui alguna vez, no puedo ilusionarme para nada con unas reformas económicas que llaman por otro mote…”, así expresa en el segundo párrafo, para luego exponer que “A juzgar por sus resultados de siempre, el Comandante no debe saber de economía, lo que se dice economía, mucho más que yo…”

Ojala que por un segundo nada más ese escribidor tuviera en sus riendas el destino de un país como Cuba para que demostrara sus dotes de excelente mandatario, pero para que eso ocurriera le haría falta sudar mucho su camiseta, poner los pies sobre la tierra y sobre todo ser consecuente consigo mismo.

Todo lo contrario ha dicho del compañero Fidel Castro el escritor camagüeyano Noel Manzanares Blanco en la publicación digital Cuba Socialista: Quien se sienta en la obligación moral de ofrecer hasta su vida en aras de la Patria Revolucionaria y Socialista, ha de asumir las citadas Reflexiones del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba como una oportunidad para meditar y actuar, para mirar cómo se comporta cada entorno concreto y extraer fortalezas y debilidades. El objetivo de ello ha de ser alimentar lo positivo y eliminar cuanto esté dañando a la persona, a la sociedad cubana.

A buen entendedor con estas palabras basta.

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