Los cambios y transformaciones se suceden unos tras otros en el mundo en que vivimos a la velocidad de la luz, y la acción del hombre siempre presente se encarga de reducirlos a cero si en realidad son positivos para pocos y negativos para muchos, tal y como ocurre con los intentos globalizadores del Capitalismo feroz en el planeta tierra.
Guerras genocidas, afectaciones climatológicas, hambre o desnutrición y desempleo, para citar algunos ejemplos elocuentes, marchan a la par de investigaciones fabulosas que ponen a prueba la inteligencia del hombre, aunque en la mayoría de los casos para servir a un sistema obsoleto y menospreciar la colectividad humana.
Y mientras eso ocurre, muchos en el planeta tierra descuellan voluntad de acero para hacer propuestas a la sociedad a través de sistemáticos planteamientos que tienen como objetivo supremo favorecer a la inmensa mayoría.
Sería iluso pensar que todo es bueno en este mundo, al contrario, casi todo resulta insuficiente para millones que esperan cambios radicales y esperanzadores capaces de ser sostenibles en la medida que se implementen de acuerdo a las necesidades y realidades particulares de cada país.
Estos tiempos demandan sensatez y sentido de responsabilidad hacia los semejantes, poco ruido y muchas nueces, acciones prácticas que sean cada vez mejores, pero bien colectivizadas, porque en definitiva a la mayoría de los humanos les corresponde el mérito de ser protagonistas de las transformaciones.
Sin embargo, el Capitalismo rapaz en su afán por obtener cada vez un mayor control de los recursos del planeta se interpone, y de que manera, para echar a un lado los preceptos sagrados del hombre de propiciar el bien para todos.
Con guerras genocidas e intromisiones de todo tipo no es posible cambiar el orden existente, independientemente que el hombre conoce cuales son sus principales deberes que se imponen para poder vivir en armonía.
Entonces, estos tiempos demandan la emancipación plena, la soberanía, la independencia total, el desprendimiento de potencias arcaicas y consumistas, y mucho más que eso el demostrar cual es el verdadero papel de las masas populares como las únicas protagonistas de los cambios y transformaciones.
